Mi bosque cantaba
canciones de bruma
a la luz tan clara
de la luna luna.
Mi bosque encantaba
con menta y romero
y con manzanilla
cumplía mis deseos.
Me contaba historias,
me subía hasta el cielo.
Me daba monedas
de amor y de sueño.
Cuando despertaba,
mi bosque encantado
se iba a la escuela
conmigo a mi lado.
Y en la noche noche
contigo soñaba
porque desde entonces…
mi bosque encantaba.
Foto: José Luis Ojeda Navio